Cuando me enteré de que Faith No More se presentaría en el Auditorio Telmex lo primero fué sentir ese cosquilleo en el estómago por la emoción de ver una banda favorita, lo segundo que sentí fué un calambre en el bolsillo por la angustia de pagar otro concierto fuera del presupuesto anual para los vicios y caprichos... Pero en fin, ¿qué se puede hacer en esos casos?, ni para qué nos quejamos, ahora que ya están viniendo las grandes bandas a Guadalajara hay que pagar por verlas para que los empresarios sigan invirtiendo, aunque a veces se pasan como con Massive Attack... pero ese es otro boleto.
Tengo qué aceptar que no me costó mucho decidirme a comprar el boleto y, como buen fan, hasta adelante, cómo no. La verdad, creo que fué de los conciertos más baratos del año y más porque es una de las 10 bandas que tengo en mi lista de "ver en vivo antes de morir"; en fin, los motivos sobraban.
Las semanas y otros conciertos pasaron: Depeche, Placebo, The Killers, etc. cualquiera diría que estamos en el DF; mientras la fecha cada vez se hacía más cercana: el 14 de noviembre llegaría finalmente un fin de semana de aquellos.
Durante todo ese tiempo reviví viejos recuerdos en torno a la música de Mike Patton. Por ejemplo, aquel rumor que me contaron en la universidad, que decía que alguna vez vino Faith No More a tocar al Cyrus (una discoteca noventera que estaba por Plaza del Sol). O cuando, también en la universidad, nos juntamos todos los fans de Mike Patton (5 en total) y escribimos a la página de Bungle Fever para preguntar cuánto cobraba Mr. Bungle por venir a tocar a Guadalajara ya que estábamos dispuestos a cooperarnos y traerlos a tocar al IMPALA'S PALACE (un table que estaba detrás del Hotel Aranzasú en el centro), y la decepción al recibir un correo donde se nos informaba que en aquel entonces Mr. Bungle no estaba de gira pero se nos agradecía por ser fans de la banda. Y qué decir de aquella época en la universidad en la que nos encerrábamos a oscuras a escuchar el Disco Volante, sentados con las chelas y el gallo circulando... ahora que lo pienso creo que la U. de G. es la que me echó a perder, ni modo.
En fin, cada quien tendrá sus propias historias al rededor de la música de Mike Patton, escúchese en cualquiera de sus modalidades: Faith No More, Mr. Bungle, Fantômas, Tomahawk y más recientemente con Peeping Tom.
Ahora, a casi diez años de distancia, el sueño se ha cumplido y el pequeño circulo de fans que nos juntábamos en la barranca del C.U.A.A.D. nos encontramos en la platea del Auditorio Telmex a ver una de nuestras bandas favoritas, independientemente de los gustos actuales de cada quien, a brincar como veinteañeros y a mentarle su madre al Mike Patton que, para ser cinceros, ya nos la debía después de tantos años; y creo que les quedó claro que en Guadalajara existe, aunque reducido, un buen puñado de weyes que se mantuvieron aferrados a la música de Faith No More aún cuando la banda estuviera separada. Y claro que la banda lo agradeció, interpretando el set más largo (según los que saben) de la gira del reencuentro... jajaja, hasta a nosotros nos llegan los reencuentros y la nostalgia, maldita mercadotecnia.
Y para no seguir aburriéndolos, aquí les paso algunas fotos de lo que fué el concierto. Los que asistieron no me podrán negar que fué uno de los mejores del año, los que no fueron pues se lo perdieron.
Aila.
viernes, 27 de noviembre de 2009
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1 comentario:
Hola qué tal, excelentes anécdotas las que has escrito para este concierto, que sin duda fué el del año, muchos hacen mención a que hubo poca gente, pero asistieron los fans más hardcore de la banda, de eso no cabe duda, y es que también no hubo un lleno en el Auditorio porque no hubo promoción del evento (por petición expresa de la banda), así que los que fuimos nos llevamos un recuerdo inborrable; sin más, me despido y saludos, ah y gracias a un buen camarada que me dió el tip caí aquí en tu blog; tarde pero seguro, hasta pronto.
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